miércoles, febrero 06, 2013

Las parejas de los “caregivers”
prácticamente han sido olvidadas
por el Departamento de Inmigración
 
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Las parejas de los “caregivers”
prácticamente han sido olvidadas
por el Departamento de Inmigración

POR VILMA FILICI

TORONTO. El Ministro de Inmigración y Ciudadanía, Jason Kenney, tomó medidas importantes el año pasado para aliviar la espera de la residencia permanente de las niñeras o caregivers, que son las personas que llegan al país para trabajar cama adentro en el cuidado de niños, ancianos o personas enfermas. El cambio que hizo a los procedimientos para los caregivers fue que tan pronto como ellos presentaran la solicitud para la residencia permanente, al cumplir el tiempo requerido para poder hacerlo, podían solicitar un permiso de trabajo abierto.
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Para ubicarse bien en este tema hay que tener en cuenta que los caregivers son personas que vienen al país con un permiso de trabajo, y que después de trabajar durante dos años cama adentro, con una familia canadiense, pueden solicitar la residencia permanente. Cuando el caregiver presenta esta solicitud incluye a su esposo o esposa y a sus hijos en el trámite, por lo que cuando la solicitud es aprobada le llega la residencia a todo el núcleo familiar.
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No obstante, durante el tiempo que la persona se encuentra en Canadá trabajando como caregiver, el Departamento de Inmigración prefiere que, si son casados y tienen hijos, dejen a la familia en el país de origen. Esto, porque el trabajo implica que tienen que vivir cama adentro y definitivamente no cualquier empleador va a permitir que el esposo o esposa y los niños del empleado también vivan en la casa.
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Sin embargo, hay muchas situaciones en las cuales los caregivers, ya sean hombres o mujeres, viajan a Canadá con su pareja y en algunas instancias con sus hijos.
Para poder clasificar bajo este programa de caregivers se debe tener como mínimo educación equivalente a la escuela secundaria canadiense, conocimientos de los idiomas inglés o francés a un nivel más que básico para poderse comunicar en casos de emergencia con los servicios médicos, policía, etc., y se debe tener un año de experiencia (dentro de los últimos tres años) haciendo trabajo similar para el cual se va a venir a Canadá. Alternativamente también se puede tener un curso formal de seis meses que le acredite para desarrollar el trabajo que viene a hacer al país, ya sea cuidado de niños, ancianos o personas enfermas.
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Es importante saber que en la mayoría de programas de trabajadores calificados que caen bajo ciertos códigos, como el “0”, el “A” y el “B” de la Clasificación Ocupacional Canadiense, si un miembro de la pareja está en el país con un permiso de trabajo, automáticamente el otro miembro de la pareja tiene derecho a un permiso de trabajo abierto. Sin embargo, en el caso de los caregivers esta posibilidad no existe, y por tanto si una persona viene como caregiver y trae a su pareja a Canadá, ésta no puede trabajar a menos que obtenga un permiso del Departamento de Recursos Humanos.
En la actualidad, las parejas de los caregiver lo más que pueden obtener es un permiso de estudio con el cual pueden inscribirse en una escuela y estudiar inglés, a menos que tengan una ocupación que esté en demando en Canadá y que en el mercado laboral no haya ciudadanos canadienses o residentes permanentes que puedan desempeñar esa ocupación. Si ese es el caso pueden obtener un permiso de trabajo del departamento de Recursos Humanos.
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En este sentido, el cambio que impulsó el Ministro Kenney definitivamente fue bueno, pues no hay que olvidar que anteriormente las personas que trabajaban en Canadá como caregivers no recibían el permiso de trabajo abierto sino hasta que su caso fuera aceptado por el Departamento de Inmigración, es decir que un oficial dijera que sí le iban a dar la residencia permanente en Canadá. Y esos casos estaban tardando más de 34 meses para ser aceptados, por lo que el Ministro legisló que tan pronto como el caregiver cumpliera sus dos años de trabajo y presentara su solicitud para la residencia permanente, se le otorgara un permiso de trabajo abierto.
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Lamentablemente en esta iniciativa no se incluyó al esposo o la esposa del caregiver, por lo que hay muchísimas personas que están en Canadá esperando ser residentes para poder finalmente obtener un permiso de trabajo.
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Definitivamente la acción del Ministro solucionó el problema para el caregiver, ya que no queda forzado a seguir trabajando cama adentro, pero el problema de la pareja del caregiver continúa dado que esta persona no va a poder trabajar den Canadá sino hasta que el núcleo familiar obtenga la residencia permanente. Aquí el Ministro se quedó corto en autorizar que también al esposo o a la esposa del caregiver se le otorgue permiso de trabajo.
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La única solución que existe para solucionar este problema hasta este momento es, tal y como le explicaba antes, si la pareja del caregiver consigue una oferta de trabajo de una compañía canadiense y la compañía está dispuesta a pasar por el proceso para obtener un permiso de trabajo. Si logra eso, se puede hacer un trámite con el Departamento de Recursos Humanos de Canadá para que le den un Labour Market Opinion, y una vez que lo tenga se puede obtener también un permiso de trabajo para esa persona.
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Aparte de ello, lo que queda es tratar de conseguir que el Ministro de Inmigración también de instrucciones para que la pareja del caregiver pueda obtener su permiso de trabajo. Esto probablemente se podría lograr haciendo cabildeo ante el Departamento de Inmigración por medio de los miembros del Parlamento, o escribiendo directamente al Ministro de Inmigración haciéndole saber que se ha quedado corto con los cambios al programa de caregivers ya que es injusto mantener a las parejas de estos trabajadores calificados que se encuentran en el país, en una situación de invisibilidad.
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Definitivamente se les debería permitir trabajar para poder ayudar en el establecimiento de la familia aquí en Canadá.
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