martes, marzo 13, 2007

Hernán Astudillo y la prensa

.

El Reverendo Hernán Astudillo, ministro de la parroquia San Lorenzo, en esta misma diócesis anglicana de Toronto, ha estado envuelto en una reciente controversia, a raiz de sus declaraciones a un medio de prensa sobre los orígenes de la violencia en el país de El Salvador. Las palabras de Astudillo han sido condenadas por el Consulado de El Salvador en Toronto, junto a líderes de organizaciones y entidades hispanas de por acá.

Desde nuestra experiencia -o falta de experiencia, según como se mire- con medios de prensa, lo único que podemos sugerirle al Padre Hernán -y a toda persona que vaya a hacer uso de la media- es que aprenda a escoger con mucho cuidado las palabras que emplea para describir fenómenos y opinar sobre temas sobre los que no tiene ni puede pretender tener un "dominio natural" (para empezar, el Reverendo Astudillo no vive en El Salvador).

La vida, la trayectoria de Hernán Astudillo, sus hechos y el fruto de sus esfuerzos debieran hacer evidente que la intención de sus palabras estaba muy lejos de ofender a personas de El Salvador o de nacionalidad alguna. Que, a todas luces, el hombre haya cometido, de manera bastante pública, un error de juicio -y no es la primera vez, valga recordar- no significa, ni mucho menos, que el Padre Hernán desprecie a los salvadoreños, o a cualquier persona. Por el contrario.

Los quehaceres del Reverendo Astudillo en beneficio de la comunidad hispana en Toronto y de muchos lugares de Centroamérica son, también, de conocimiento público. Y yo soy uno de los que se niega a equiparar pobreza de juicio con intenciones malévolas. No debiera costarnos mucho trabajo entender que el Padre Hernán, aunque empleó una de las formas más erróneas para expresarlo, estaba tratando de aludir al clima de violencia casi endémica con que diversos órdenes políticos y militares han castigado al pueblo de El Salvador, por demasiados años ya.

Yo espero y rezo que el Reverendo Astudillo aclare lo más pronto posible esta situación y que, de hecho, aproveche la oportunidad para seguir con su obra de divulgación del drama de los muchos refugiados y refugiadas que siguen llegando a este país, desde El Salvador y muchas otras partes de Latinoamérica. Y que las personas de habla o ascendencia hispana en Toronto se sigan haciendo conscientes del drama de quienes no pueden, no tienen la opción, de emigrar. En El Salvador, y en toda Latinoamérica.


No hay comentarios.: